No se si es solo mi impresión pero este año a mi me ha resultado más agobiante que el año pasado. Más trabajos, más complicados, más largos y los exámenes finales más juntos, poco tiempo para estudiar. Este sistema educativo ha de cambiar, no se puede exprimir tanto a los alumnos, dejar más tiempo entre exámenes o incluso eliminarlos y darle más valor a los trabajos. Por lo menos se que la mayoría de las materias ya las tengo superadas, menudo alivio.
Lo que más me ha gustado, nuevas tecnologías, lo que menos,... no sabría decir, más que materias ha sido la forma de impartir las clases de ciertos profesores y de valorar los trabajos.
Ahora la pregunta es... tendremos la oportunidad de llevar a cabo muchos de estos aprendizajes, o se verán afectados por la crisis. Porque es muy bonito decirnos que tiene que haber aulas inclusivas y que hay que hacerlo todo más práctico pero... cómo puede hacerse esto posible con 30 niños en clase y menos profesores, como no hayan voluntarios dispuestos a colaborar con maestros y maestros dispuestos a recibir ayuda de voluntarios poco vamos a adelantar.
Mi visión... hacer más prácticas las clases, intentar, dentro de lo posible, prescindir de libros de texto y utilizar más tecnologías y la imaginación de los maestros. Y sobre todo.... intentar prescindir de los exámenes que solo sirven para agobiar a los estudiantes y hacer que memoricen datos que luego olvidarán. Los mismos datos presentados de formas más atractivas para los alumnos pueden ayudar a que los alumnos aprendan las cosas más fácilmente y las puedan aprender casi sin darse cuenta.
Bueno ahora queda que disfrutemos todos del verano y prepararnos para el próximo año. Que espero que sea mejor aún que este que acabamos de terminar.